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 Noviembre, 2025.

 

Como de costumbre recordemos que el propósito de nuestros estudios es para asimilarnos más hacia la conducta de Jesús en esta tierra. Después de haber estudiado tres hombres de importancia en la biblia, sus diferentes relaciones con Dios, y como nos relacionamos con ellos, es tiempo de aplicar estas meditaciones a nuestros tiempos y como aprendemos de ellos. Para nuestro próximo estudio quiero traer un concepto de nuestros tiempos que está muy de moda: “El cincuenta por ciento”, 50%. En esta idea se argumenta que las oraciones no son contestadas por una buena razón.

 

Dios no existe y vivimos la vida según el destino del mundo donde se dan las cosas según la evolución de nuestras vidas. En nuestras vidas somos gobernados por la cultura, el gobierno y las leyes de este mundo en que vivimos. Si tenemos un poco de suerte, eso ayuda, porque de tener mala suerte, nos va fatal. No es que obtenemos lo que deseamos porque algún poder superior nos lo otorga. Estamos a la merced de lo que podemos alcanzar, nuestras capacidades, y lo que la sociedad donde vivimos nos ofrece como oportunidad de progresar. Nuestras metas se nos dan porque las trabajamos dentro del sistema en que vivimos; o no se dan, que es la otra mitad: 50% si; 50% no.

 

Pero, no hay un Dios que nos escucha según nuestra fe. Trabajamos dentro del sistema y en los métodos del sistema, no hay fe, solo logros. Por eso vivimos con el bien o el mal que nos llega a nuestra vida, estos nos lo creamos nosotros mismos y por eso no somos culpables. Si seguimos las leyes, progresamos y ese es el bien. Si hacemos lo contrario, ese es el mal. El bien y el mal lo decide la mayoría de las personas de nuestra sociedad, por lo general. Nos va muy mal cuando lo decide la minoría y se dice que vivimos en una dictadura.

 

Cuando trabajamos para lograr algo deseado y no lo logramos, entonces trabajamos para otra cosa similar y eventualmente nos alegramos de lo que podemos conseguir según nuestras capacidades. Si no conseguimos nada deseado y tenemos que vivir con “los limones que nos encontremos”, a lo mejor seremos infelices pero, sobreviremos; o a lo mejor seremos felices, pero igual que los infelices también sobreviremos, o sea 50% del uno o del otro.

 

Es un asunto del destino que eventualmente lo llamamos suerte; pero, jamás lo llamaremos fe. Fe es equivalente a esperanza y si practicamos fe, siempre está basada en otro agente que no somos nosotros. La fe que tenemos está basada a lo que nos dediquemos lograr. Sin embargo, estas posibilidades no son generadas por un ser supremo que nos premia al nosotros obedecer sus reglas. Según su criterio, eso es lo que Dios es, la idea de que alguien nos esclaviza al tener que seguir sus órdenes todo el tiempo con el propósito de controlarnos. El 50% de lo que deseamos, o la suerte, por lo menos, nos ofrece libertad de no tener limitaciones emocionales o físicas que nos esclavicen a sentir culpabilidad innecesaria por lo que deseamos. La vida está basada solo en porcentajes que las cosas se nos den.

 

Al un padre pedirle a Dios por la vida de su hijo, debido a una enfermedad o accidente crítico, no se toma en consideración sus oraciones y el hijo muere, todas las oraciones que ese padre le ofreció a Dios para salvarlo fueron inútil. Si Dios existiera, lo salvaría. Al no hacerlo entonces se manifiesta con claridad que es asunto de 50% que una de las dos posibilidades pase: 50% que su hijo viva o muera. Entonces, para que tener fe en alguien que no cambiará la suerte de la formula del 50%. Desde el luego este argumento no considera que Dios siempre trabaja para un bien si el creyente tiene fe. Esta fe se basa en la creencia de que Dios es también omnipotente.

 

Según lo que vimos este pasado mes de estudio, los tres hombres que fueron tocados por Dios entendieron que ellos tenían una habilidad espiritual que al desarrollarla, crecía según ellos buscaban tener una relación al comunicarse con Dios. Hoy, no hablamos con Dios físicamente y Dios no nos responde desde el cielo en forma personal. No escuchamos su voz ni vemos arbusto en llamas, Exodo 3. Pero, Dios nos dio entendimiento de su naturaleza exponiéndonos al modelo Padre, Hijo y Espíritu Santo para que pudiéramos abarcar la complejidad de su poder; nos creó a nosotros: corazón, alma y mente para que nuestra comunicación fuera más amplia y fácil de entender.

“37Jesús le dijo: Amaras al señor tu Dios con todo tu corazón, y toda tu alma, y con toda tu mente. 38Este es el primero y grande mandamiento”. Mateo 22:37-38.

¿De dónde sale esta habilidad? Esta habilidad es el mismo Dios simplificada para nuestro entendimiento. Es lo contrario al 50%. Decidimos creer en una forma de vida diferente; o sea, creemos en un ser supremos que nos quiere 100%. Pero, no es que Dios se acercó a cada uno de nosotros y nosotros reaccionamos como lo hicieron Caín y Abel en Génesis 4:1-18. Uno quiso obedecerlo y el otro no. Los que deseamos creer encontramos una vida más amplia espiritualmente que es lo que el 50% deja fuera de sus teorías.

 

El mundo es material y no nos puede enseñar espiritualismo. Puede usar circunstancias materiales para incrementar nuestra espiritualidad. Y, esto suele suceder cuando estamos desesperados y le pedimos ayuda de consuelo a Dios. A lo mejor la mayoría de las cosas que usted haya logrado hasta ahora usted piense que se lograron por el 50% de sus capacidades. Pero, cuando usted analiza lo que ha logrado, reconociendo que en algunos momentos difíciles usted contó con Dios, los logros fueron más felices y agradecidos que lo que usted logró solo.

 

 Aprendimos, en pasados estudios, que deseamos con el corazón, sentimos espiritualidad con nuestras almas y racionalizamos con nuestras mentes. En esto somos similares a Dios, estamos compuestos de tres esencias. Si solo desarrollamos la parte material de lo que somos, entonces no crecemos espiritualmente. Seríamos incompletos. Es aquí donde millones de personas sufren de una de las tantas infelicidades psicológicas al sentirse incompletos en una vida donde solo se sigue la cultura heredada de nuestros padres donde no cuadramos bien. No se puede vivir solo en lo material, se tiene que sentir nuestra esencia espiritual y esto se logra viviendo nuestras vidas y no las de los que siguen lo material solamente.

 

Todos hemos vivido algún momento de alegría, incertidumbre, inspiración, lejano a nuestro alcance o poder, inexplicable o desconocido que nos deja perpetuo al sentir algo profundo en nuestro interior. Esto nos puede causar lágrimas, gozo, ansiedad o relación con lo desconocido porque no lo hemos estudiado, y nos hace concluir que Dios existe. No es asunto de estadísticas. Es una emoción interna que nos mueve diferente a la otra persona que está con nosotros, que no siente la misma emoción, pero si está emocionada y conecta con nosotros en ese momento emocionalmente.

 

Este es el Espíritu Santo dentro de nosotros el cual opera en nuestras almas alimentándonos espiritualmente. Una vez que experimentamos la necesidad de acudir a lo espiritual de Dios, sabemos que Él está con nosotros, y nunca más nos sentimos solos. La soledad es una de las causas que más trastornos psicológicos afecta la sociedad de hoy aunque este conectado la persona a una plataforma digital junta con miles de personas más. La espiritual es diferente a lo emocional. Las emociones nos hacen sentir temporalmente. Lo espiritual nos permiten sentir emociones. Sentir gratitud hacia Dios por cedernos algo que nos concibió es una emoción. La gratitud crece en nosotros y se convierte en parte de nuestra personalidad y nuestra forma de crecer más en toda la esencia de Dios, especialmente su amor.

Sin embargo, oirá la explicación que por eso hay personas que viven positivamente sus vidas, porque son espirituales. Otras, al tener muchos logros materiales viven sus vidas negativamente porque lo material no llena al espiritu. Los buenos y victoriosos; o los malos y fracasados también salen de esta forma de pensar al evaluar sus vidas por sus logos materiales. Las habilidades espirituales de los fracasados porque no tienen riquesas no se pueden tomar en consideración porque a pesar de su estado economico son más felices debido a su espiritualidad.

 

“Palo que crece doblado jamás su tronco endereza”, dice un viejo dicho. Nosotros no somos árboles, podemos cambiar y lo logramos no por nuestros propios poderes, sino más bien por el amor con que Dios nos creó, que es un amor incondicional. Todo aquel que toca en la puerta, Jesús les contesta: Mateo 7:8 y Apocalipsis 3:20. La felicidad nos trae mucha salud y el vivir vacío muchos problemas de salud sin importar cuanto dinero tenga en el banco.

 

Decidir llevarle la contraria a Dios en lo que Él nos pida, Jonás; interrogar a Dios en sus decisiones que Dios tome con nosotros, Job; o incondicionalmente obedecer a Dios con las habilidades que Él nos dio, Daniel; usted decidirá cuál de los tres caminos usted tomará. Este fue nuestro estudio de Jonás, Job y Daniel. Los tres fueron amados igualmente, Dios no dejó de orientarlos todas sus vidas, ni los obligó a cambiar sus formas de ser sin darles entendimiento profundo del “por qué” sería mejor sus destinos al obedecer.

Iniciaremos un nuevo estudio el mes siguiente en desarrollar espiritualidad con Dios al vivir en este mundo material si aceptamos al Espíritu Santo en nuestro día a día. Que Dios este con ustedes.

Octubre, 2025.

 

conclusión del libro de Daniel.

 

Estudiamos el mes pasado como existen diferentes niveles de agradecimiento según lo que la persona valora en su corazón. Vimos en Job que mientras más grande el valor de un favor, más grande será el agradecimiento, ya sea el favor de un valor económico o un valor emocional. Vimos en Daniel como seguir los deseos y valores de Dios, sin importar que tan simples o complicados, siempre serán más beneficiosos que las comodidades del mundo. Esto no implica que Dios nos quiere impedir que progresemos materialmente o que nos acomodemos en este mundo. Quiere decir que lo que Dios nos mande los recibamos con meditación porque es su voluntad.

 

Vimos como Jonás falló al imponerse sobre las decisiones de Dios. Como Job falló al interrogar y luego insistir en saber por qué Dios cambió su vida sin él haber hecho algo incorrecto. Comparamos estas dos personas con Daniel el cual vimos aceptando y sirviéndole a Dios sin imponerse o quejarse de su situación personal. Daniel le sirvió a Dios con una increíble fe. Razonó o sugirió con los que daban órdenes para cambiar su fe, pero nunca se quejó con Dios de las situaciones que se le presentaban. Su remedio y alternativa siempre fue orarle a Dios para que le diera una solución o salida a lo indeseado interpretando los sueños.

 

El camino que Jesús caminó fue uno de obediencia y fe en agradar a su Padre hasta la muerte y nosotros tenemos que tratar de vivir y llevar ese mismo mensaje a los demás, según crece nuestra fe, mostrando ese mismo cambio de obedecer en nuestras propias vidas.

 

“16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” Corintios 3:16.

 

Es nuestra propia evaluación la que nos dice si estamos tranquilo con nuestra fe según la forma en que caminemos. Esto no implica que vivimos pecando y nos seguimos evaluando como cristianos. El cristiano está muy claro cuáles son los mandamientos que seguir y cuando los viola. Aunque Cristo murió por todos nuestros pecados, pasados y futuros, tenemos que mostrar arrepentimiento al pedir perdón a Dios. En los capítulos finales del libro de Daniel vimos a el rey Nabucodonosor arrepentirse al no escuchar las advertencias de Dios, pero también vimos su arrepentimiento y su curación.    

 

Hasta aquí llegamos con el libro de Daniel: Tenemos que obedecer. Los detalles de los capítulos restantes no añaden conocimiento a nuestro propósito de estudiar cómo servirle a Dios adecuadamente. Indiscutiblemente usaremos a Lot, Job y Daniel, juntos con futuros personajes para mostrar sus dedicaciones a Dios o sus desvíos y cuáles fueron los diferentes resultados en la vida de los personajes. Así podemos tener un punto de referencia de cómo debemos nosotros servir y entregarnos a Dios.

 

Antes de dejar a Daniel quiero entregarle un resumen del resto del libro de Daniel porque son profundo y complejos de entender. Esto lo hago por capítulos porque no podemos concentrar ni formalizar en un solo mensaje, en un solo argumento que nos ayude con nuestro estudio de los tres personajes que estudiamos. Pero, si es importante darle conocimiento de sus mensajes hasta el final del libro aunque estos sean todos diferentes porque son significativos de muchos temas de hoy para el cristianismo.

 

El capítulo 4 nos narra la locura del rey Nabucodonosor y el resultado de la advertencia de Daniel de dicho sueño. Como resultado de no cambiar, el rey termina como un animal consumiendo pasto por siete años. El rey llegó a conocer su gran error y conoce a Dios como el verdadero Dios del universo y muere en paz: capítulo 4:14-17.

 

En el capítulo 5, después de la muerte de Nabucodonosor, su hijo Belsasar reina, y otra vez Daniel es llamado a interpretar también su sueño de advertencia de Dios. Este muere al no humillarse ante Dios y el resultado es muerte. Darío de Media reina en su lugar. 

 

En el capítulo 6 Daniel es lanzado al foso de los leones. Este es el hecho que las personas más conocen del libro de Daniel. Con una trampa, los sátrapas y los gobernadores, al sentirse inferiores a los poderes de Daniel, convencen al rey que Daniel es desleal al rey y el rey termina castigándolo a muerte en el pozo de los leones. Al no ser Daniel consumido por las bestias, son los traicioneros los que terminan perdiendo sus vidas en el pozo. Esto nos lleva hasta el final de reino del rey Darío y el inicio del rey Ciro de Persia.

 

En los capítulos 7, Visión de las cuatro bestias; y el capítulo 8, Visión del carnero y del macho cabria, entramos en una compleja lectura que no nos sirve para nuestro presente análisis, como le dije anteriormente. Las visualizaciones son similares a las de Juan en Apocalipsis y sus interpretaciones nos llevarían a un profundo estudio del viejo testamento para usar sus referencias con las visiones. En ese estudio las predicciones del viejo testamento y las predicciones de Jesús en el nuevo testamento nos daría claridad a las visiones de Daniel en estos últimos capítulos. Esto lo podemos estudiar en otra ocasión, pero por el momento nos interrumpiría nuestro presente estudio.

 

En el capítulo 9, Daniel ora por su pueblo. Después de este capítulo encontramos más visiones de Daniel, Junto al rio.

En el capítulo 10, es una preparación personal para Daniel poder comprender los cambios de poder de regiones del mundo identificándolos como norte y sur. Estos se desarrollan en los capítulos 11 y 12. El capítulo 12 cierra con un mensaje de importancia para Daniel:

 

“4Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”. Daniel 12:4.

 

¿Qué tan importante es para ti esa predicción de que la ciencia “aumentará” hechas en aquellos tiempos?

Más importante, ¿qué piensas de saber que la populación correrá de aquí para allá?

¿Estaremos buscando algo en particular o un lugar seguro dónde vivir?

 

Así son algunos pasajes de la biblia. Nos comunican cosas que no podemos dejar de interrogarnos y cómo nuestras opiniones o conclusiones nos incrementan nuestra fe si las analizamos rezando y luego abriendo nuestros corazones a la voluntad de Dios.

Los dejo con esta meditación personal. En noviembre iniciaremos cómo nosotros podemos evaluar las tres diferentes relaciones de nuestros tres personajes con nuestras vidas e iniciaremos el estudio buscando similitud o diferencia entre ellos y nuestra relación con Dios. Que Dios los siga bendiciendo.

 

Todas las citas tomadas de la Santa Biblia. Antigua Versión de Casiodoro de Reina, 1569. Revisado por Cipricio de Valeria, 1602. Publicaciones Españolas. Dalton Georgia 30720

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© 2023 by Yamil RIsk

All quotes taken from The Holy Bible. The New King James Version. Broadman & Holman Publishers. Nashville, Tennessee.

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